El padrastro sorprende a Penelope Kay tocándose y hablando guarradas por teléfono, en plena calentura. Le exige silencio a cambio de una mamada de aquellas, y la muy zorra no duda: arrodillada, traga toda su verga hasta ahogarse, mirándolo fijo para que vea cómo la deslecha. Pero en el clímax, pide que se la meta a fondo –y el cabrón le da tan duro que la deja irreconocible, olvidada ya de su llamada ardiente.
Mi hermanastro me vio tocándome y me la folló para que no lo contara
- Views: 5

