Mike Mancini acababa de cenar con sus colegas y le ofreció a Davon Drake quedarse a dormir. Pero los gemidos de la zorra de Mona Wales, recibiendo una buena polviza de su marido, le pusieron más caliente que un horno. El ambiente se puso picante cuando el cornudo esposo lo invitó a unirse al festín. Así empezó un trío de pura perversión, donde los dos tipos se dieron a la tarea de follar sin piedad a esa guarra, dejándola bien abierta y con el chocho irritado de tanto darle caña.
Mi esposa no aguanta mi verga y se la presté a un negro con un pingón enorme
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