La zorra de Slimthick Vic, una rubia cachonda, finalmente le suplicó a su marido que trajera a otro hombre para una sesión de pura lujuria. El cornudo puso sus condiciones: que fuese un negrazo bien dotado para darle una cogida brutal que la dejara hecha polvo, y que él grabaría todo para ver a su mujer en plena guarrada. La muy puta se quedó alucinando con la verga del moreno y, en minutos, ya se la estaba tragando entera antes de que la reventara como una auténtica descontrolada.
