La española Rubi Vergara viajó a Estados Unidos buscando trabajo y consiguió empleo limpiando casas. Su primer cliente, un hombre negro adinerado, le ofreció dinero a cambio de sexo. Tentada por el efectivo, Rubi no dudó en chupársela a fondo antes de ponerse de lado para recibir una penetración anal brutal. A pesar del tamaño, el tipo se la clavó sin problemas, demostrando cuán dilatado y experto tenía el culo la zorra.
