La madrastra guarra Summer Hart está que arde, y como sabe que su hijastro está más cachondo que un perro en celo, se le planta con las tetas al aire. La muy zorra se pone las botas cuando ve la polla dura del chaval, abriéndose de piernas para que se la empotre bien fuerte. Le encanta que la follen como a una perra, y este polvo bestial la deja con el coño tan abierto que la puta se corre una y otra vez, gozando como nunca.
Mi madrastra Summer Hart me enseñó las tetas para que le diera duro
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