Este jovencito estaba en su cuarto dándole amor al ganso cuando su madrastra, una verdadera zorra, entró sin avisar y lo agarró con las manos en la masa. En vez de regañarlo, a la guarra se le mojó el chocho y decidió compensar el susto con una mamada de campeonato, terminando en una cogida salvaje que dejó al chaval temblando. Una escena de puterío que te va a dejar con la verga dura.
Me pilló dándome un masturbón brutal: La muy zorra de mi madrastra entró sin tocar y ahora quiere un trozo de la acción.
- Views: 2



