Su novio le tenía preparada una sorpresa brutal: la casa de sus sueños. Como agradecimiento, Vienna Black no se anda con chorradas y empieza a chupársela como una perra en celo, dejándola más dura que el cemento. La follada que le mete es de antología, reventándole ese coño moreno hasta dejarlo bien abierto y hecho polvo. Ahora que van a vivir juntos, el muy cabrón podrá darle caña a diario en su nuevo nido de putiferio.
Mi prometido me dio una cogida salvaje que me dejó temblando
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