Numi Zarah sabía que le esperaba una follada intensa, pero ni en sus sueños más calientes imaginó lo que este blanquito le iba a dar. El tío la agarra del cuello, la ahoga y la reventa por detrás sin piedad, mientras esta zorra no es más que un objeto para su placer. La perra gime sometida, totalmente inmovilizada por su presa, sintiendo cada embestida brutal que le deja claro quién manda en esta puta escena de puro vicio.







